PASTORES: CARLOS ISLAS Y JUANITA IZGUERRA DE ISLAS
NOSOTROS
Somos una iglesia que cree en DIOS como PADRE, en JESUCRISTO como el unigénito Hijo de Dios y en el ESPÍRITU SANTO que JESUCRISTO dejó entre nosotros como nuestro Consolador.
Nuestro propósito es predicar el Evangelio de forma totalmente apegada a la Biblia, y con un llamado especial en la consejería, la restauración, la sanidad y la liberación en el nombre de Jesucristo.
Reconocemos a JESUCRISTO como HIJO DE DIOS, que siendo DIOS vino a la tierra, se hizo hombre para salvar lo que se había perdido, que anduvo entre los hombres haciendo bienes enseñando, predicando, sanando a los enfermos y a los quebrantados de corazón y liberando a los que estaban cautivos por el diablo. Que fue crucificado y entregó su Espíritu al Padre PERO AL TERCER DÍA RESUCITÓ DE ENTRE LOS MUERTOS Y VIVE PARA SIEMPRE y ahora intercede al Padre por nosotros.
Los pastores Carlos Islas y Juanita Izguerra de Islas fueron ungidos como pastores de esta iglesia el 18 de Diciembre del 2012 iniciando con 4 familias. Ellos se convirtieron al Señor el 14 de Agosto de 1983 en el Castillo del Rey que estaba en ese tiempo en la carretera nacional siendo su pastor el ahora Apóstol Roger Wolcott, cuando se hizo la multiplicación se establecieron en el área Brisas y después en el área La Fe, ambas del Castillo del Rey, aún cuando vivían en Monterrey de ahí se fueron a servir durante 8 años a China, N.L. a la iglesia El Redentor Castillo del Rey con los pastores Valeriano y Adriana García y de ahí nació EL REDENTOR CASTILLO DEL REY MTY.
La misión de la iglesia es hacer discípulos y guerreros libres de ataduras llenos del Espíritu Santo que los sigan las señales como dice en Marcos 16:17 y 18 y que siempre den fruto con perseverancia y que prediquen del arrepentimiento de pecados y de la santidad para que sean luz a las naciones con una vida íntegra delante de Dios y de los hombres. Un discípulo libre puede proclamar que DONDE ESTÁ EL ESPÍRITU DE DIOS HAY LIBERTAD.
El propósito de esta iglesia es que todos podamos servir a Dios con alegría y en armonía cada uno con los dones y talentos que Dios le dio, apoyándonos mutuamente trabajando en equipo pero en sujeción a la autoridad puesta por Dios. Y en el nombre de Cristo ministrar restauración, sanidad y liberación a todo el que llegue afanado, cautivo del pecado, o con problemas familiares proclamando siempre A JESUCRISTO COMO NUESTRO ÚNICO Y SUFICIENTE SEÑOR Y SALVADOR.